mercredi 9 mars 2011

La resistencia monolingüe guaraní en Paraguay

Christine Pic-Gillard, doctor en estudios hispánicos (París 3), profesora en la Universidad de La Reunión.

Paraguay, pequeño país de unos cinco millones de habitantes, está totalmente enclavado en el continente sudamericano, hasta el punto de definirse como una isla. Este aislamiento permitió un síndrome insular donde pesa el temor de una amenaza exterior de desarrollarse. Aunque la amenaza de invasión por parte de uno de los grandes vecinos ya no existe actualmente, el sentimiento de tener que defender una especificidad identitaria y lingüística permanece aún. Y esta defensa pasa por una resistencia a un bilingüismo guaraní / español, percibida como una tentativa de debilitamiento del guaraní.

En este continente sudamericano dónde las lenguas de origen han sido a menudo barridas y donde la única lengua oficial es generalmente el español, la realidad lingüística de Paraguay es muy particular en efecto: las cifras del censo de 1992 muestran un país guaraní hablantes en su inmensa mayoría (cerca del 89 %) con un número de monolingües hispanohablantes muy reducido, un número de monolingües guaraní hablantes mayoritario y un número de bilingües español / guaraní de cerca del 48 %.

Así es como en 1992 toma consistencia políticamente un mito sobre el cual se construyó Paraguay desde la colonización española, el mito de la hibridación española / guaraní: la nueva constitución democrática decreta aquel año a Paraguay como país bilingüe. La lengua amerindia mayoritaria se convierte de esta manera en una de las dos lenguas oficiales, a paridad con español, y un Plan de Enseñanza Bilingüe (PEB) es impuesto a todos los niños escolarizados a partir de 1994, cualquiera que sea su origen lingüístico.

Es así como se establece en 1994 una revolución lingüística, completamente silenciosa pero que dispone de medios importantes: el PEB es un proyecto que se extiende a veinticinco años, es decir una generación que al final será bilingüe. En otro lugar tal iniciativa habría podido ser considerada como benéfica para los locutores de las lenguas indígenas, pero para Paraguay no es nada, ya que el guaraní estaba en posición de fuerza y al contrario, corría peligro de perder terreno en favor del bilingüismo impuesto. El proyecto de educación bilingüe obligatoria es pues aquí, de hecho, un proyecto que consiste en reducir, y al final en eliminar, los monolingüismos de los cuales el más importe era el monolingüismo guaraní.

A partir del año 2000, Una resistencia se establece: las organizaciones campesinas sirven de relevo para la reivindicación del guaraní como única lengua oficial de Paraguay. También cuestionan la cultura productivista europea que vehicula el español y reivindican la cultura amerindia de la armonía del Hombre en la Naturaleza cuyo vector es ” el modo de ser guaraní”.

El eslogan bilingüe “¡sólo progresan los pueblos que leen! / ¡Toikove kuatiaeñë!” está todavía en buen lugar sobre la fachada de una librería de la plaza central de Asunción. Podríamos transformar esta exclamación en interrogación: ¿los únicos pueblos que progresan son realmente los que leen? Es en todo caso la pregunta que hacen los que están comprometidos con la resistencia al Plan de Educación Bilingüe y la reivindicación guaraní hablante. Para ellos, el bilingüismo y la alfabetización no son factores de progreso.

Fuente: Blog Sorosoro


Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire