Este traductor en línea, creado a partir de un algoritmo que refina y clasifica los textos en internet, busca consolidarse en el mercado local.
Cuando en 2007 entró a ser parte de Google Research, el programa para investigadores con post doctorado de la multinacional informática, Gereon Frahling pensó que había llegado a un punto muy alto en su carrera, difícil de igualar. Su trabajo consistía en realizar investigaciones y plasmarlas en ensayos para que la compañía tuviera ciertas guías en el desarrollo de nuevos productos. Fue así como produjo varios textos sobre la kinética y el streaming (la transmisión de datos en vivo) durante los dos años siguientes.
Pero siempre persistía el mismo problema: su traducción. Como Frahling escribía en alemán, su lengua materna, debía recurrir a múltiples diccionarios y traductores online para entregarle el resultado de sus pesquisas a sus benefactores estadounidenses. Y la calidad que obtenía de los recursos en internet siempre dejaba mucho que desear.
Fue así como para solucionar sus problemas, este científico creó Linguee.com, el traductor en línea que emplea como principal insumo los textos publicados, en el idioma deseado, por organizaciones y personas reconocidas. “Gran parte de las traducciones que encontramos en la web son inservibles. Nuestro principal característica es el algoritmo creado por el profesor Frahling, que clasifica cada traducción según su utilidad, su buena composición y gramática”, explica Francisco Mondaca, coordinador de la versión en español de Linguee.com.
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